El domingo 19 de mayo, liga Vicentina acogió la final de la categoría Súper Máster Masculino del cantón Quito, organizado por la Asociación de Fútbol Amateur de Pichincha; Politécnico se proclamó campeón del torneo.
A las nueve de la mañana Coronel Jorge Narváez y América, disputaron el partido por la medalla de bronce. El conjunto americanista empezó con una gran desventaja, contaban solo con nueve jugadores de once. A pesar de la diferencia de jugadores América se puso al frente en el primer minuto de juego. UN centro que la defensa no pudo sacar fue suficiente para que, con un toque despacio, Gabriel Álvarez lo mande al fondo las mallas. Con el primer gol conseguido, América resistió el embate del Coronel y se limitó a varios contrataques que no prosperaron.
El segundo tiempo comenzó tal cual como el primero. En una desatención del rival, América dio dos cabezazos en el área chica y el balón entró al placer al fondo de las mallas. Los americanistas, que habían entrado a la segunda parte con 10 jugadores homenajearon al Real Madrid con su táctica más famosa, el contrataque. Aunque Coronel Jorge Narváez tenía más tiempo el balón, las recuperaciones del América se volvieron un arma mortífera. Pases largos y la buena recepción de los delanteros del américa terminaron por conseguir un penal que, por azares del destino o ayuda desde el cielo, entró tras una primera atajada del portero coronelista. El tres cero parecía lapidario, pero todavía faltaba más.
El Coronel Jorge Narváez empezó a realizar varios cambios y le dieron fruto. Un centro desde la banda izquierda mal despejado por el América termina en los botines de Luis Monoña que remata a placer e instala el 1 a 3. Cuando parecía que el equipo americanista podía venirse abajo, dos minutos después, Luchito Morales (América) se inventó una genialidad que dejó a tres en el piso, incluido el portero y marcó el cuarto gol. El gol definitivo llegaría al final del partido con un centro de Luchito Morales que la centra al vacío y Saulo Quishpe remata sin moros en la costa. El trofeo de terceros se levantó a aire, con un grito ahogado y lágrimas en los ojos, los jugadores americanistas recordaron a su compañero Carlos Márquez que falleció hace poco. Tal vez no le dieron el campeonato, pero honraron la memoria de un hombre que siempre creyó en su equipo.
La final se envolvió en esa aura mística que acompaña a las definiciones. El 11 contra 11 entre Politécnico y Amigos de Chueco se desenvolvería con un sol que no quería perderse de ver el campeón. La final no decepcionó. A los 4 minutos un pésimo marcaje de los Amigos terminó por dejar solo a Iván Salazar que con un ligero toque mandó a guardar el balón. Si el primer gol gozaba de una desatención, el segundo llegó de una jugada extraordinaria. Un centro enguantado desde la mitad de la cancha llegó precisó a la cabeza del “Killer” Rubén Tapia que dejó petrificado al portero y elevó el segundo tanto al marcador. Los Amigos de Chueco se quedaron chuecos ante los dos primeros y goles y se salvaron de un tercero o un cuarto gracias a su portero José Estévez. Mas la suerte se acaba y, al final del primer tiempo, un mal despeje defensivo dejó solo a Salazar que, sin despeinarse, regateó al portero y definió con una pincelada, el tres a cero se hizo presente en el marcador.
